El especialista del Área de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de La Laguna, Víctor García Tagua, dirige en la Universidad de Verano de Adeje un curso que pretende dar pautas sobre cómo diseñar una dieta adecuada desde una perspectiva muy práctica. El curso se centra en explicar los principales fundamentos de los llamados “alimentos funcionales”, que son aquellos con determinadas propiedades saludables pero que, en muchas ocasiones, son exageradas por la publicidad. Un ejemplo son las bebidas lácteas con determinados fermentos que, en su día, se aseguró que beneficiaban al sistema inmunitario. “El envase lleva un asterisco que informa de que lo que realmente ayuda es la vitamina B6 que lleva añadida”, explica el experto, quien aclara que dicha vitamina se puede conseguir en mayores proporciones en otros muchos alimentos naturales. “Te están vendiendo una cosa que, realmente, con un plátano tendrías tres veces más la sustancia que te fortalece las defensas”, añadió el ponente.
Otro elemento que se abordará en el curso “NutriCiencia: conoce los fundamentos de una dieta saludable” es la correcta lectura de las etiquetas, que pueden resultar confusas pero aportan información muy valiosa sobre la verdadera naturaleza de los productos que están en los supermercados. De hecho, va a ser una de las partes más prácticas de este seminario, en la que se solicitará al alumnado que busquen ejemplos concretos esta tarde en sus casas para ser abordados en la sesión del próximo martes 23 de julio.
García Tagua se detiene, en este punto, a explicarle problema que ha habido con el recientemente introducido Nutriscore, que ha llegado a dar información tan confusa como darle a la un refresco de cola light una calificación de B y al aceite de oliva, una D, cuando es bien sabido que el segundo de esos productos es más saludable que el primero. “Ya se ha reformulado el sistema para que no dé esos equívocos y se puedan ofrecer mejores puntuaciones. Pero tenemos que saber cómo utilizarlo, porque una buena puntuación no quiere decir necesariamente que sea saludable, sino que dentro de las opciones que existen, es la mejor.
Pero tampoco sería bueno basar la dieta solo en productos con puntuación A. Hay que aprender a entenderlo y utilizarlo”. Sobre cuál es la dieta más saludable, el experto relativiza porque no todas las personas son iguales y no todas tienen las mismas necesidades nutricionales: no es lo mismo alguien que hace deporte diario que alguien con un modo de vida sedentario, por lo que su alimentación debe ser diferente. Por ello, aboga por una personalización de la dieta y, sobre todo, supervisada por profesionales que controlen todos los cambios experimentados. “Hay que tener cuidado con la dieta y hacerla siempre con seguimiento de profesionales de la salud, y no hacerla porque sí o porque ha salido en TitkTok”.
Aún así, García Tagua sí se atreve a dar una pauta clara: “comprar cosas que no tengan etiqueta. Es decir, productos frescos que prepares tú mismo”. Reconoce que el estilo de vida contemporáneo muchas veces hace más cómodo recurrir a alimentos procesados que se calientan en un minuto en el microondas. Pero esa comida industrial es abundante en azúcares, grasas, sales y otros productos que estimulan el mecanismo de recompensa del cerebro y provocan la necesidad de seguir comiendo. “Cocinar no es perder el tiempo, es invertir tiempo en nuestra salud”.
Deporte como herramienta del desarrollo integral
Otro de los cursos de la Universidad de Verano de Adeje que se ha centrado en el bienestar y la salud es “Deporte como herramienta para el desarrollo integral de las personas”, coordinado por Hugo Bustillo, fisioterapeuta y licenciado en Educación Física que ha estado muchos años vinculado al deporte base como coordinador de la escuela de baloncesto de Adeje.
El seminario de tres días de duración está dirigido a entrenadores, monitores deportivos y gestores públicos de actividades físicas, con el objetivo de transmitirles un modelo de actividad que no esté tan centrado en los resultados y la competición. El experto reflexiona que para el gran público, el deporte está mediatizado por las imágenes de triunfo y competitividad que llegan desde los grandes eventos profesionales. Pone por ejemplo la reciente victoria de la selección española de fútbol en la Eurocopa, que ha provocado una euforia general pero que es “algo efímero, dura poco, dentro de dos semanas se olvidará porque ocurren muchas cosas en el mundo”.
De hecho, recuerda que cada vez hay mas deportistas profesionales que rompen su silencio para explicar que no todo son luces en ese mundo, y muchos padecen trastornos mentales como depresión o ansiedad derivados de la presión que experimentan.
Por ello, la idea del curso es establecer una línea de trabajo en donde el deporte sea una herramienta para el bienestar físico y mental. “A través del deporte hay gente que consigue salir adelante en la vida, que puede superar dificultades físicas y sentirse gratificado, puede salir de una depresión y también conseguir ciertos valores sociales como el compromiso y la pertenencia a un grupo. El deporte tiene un sentido mucho más amplio de lo que vemos en un periódico”.
Bustillo reconoce que la actividad deportiva en ocasiones “puede ser una droga” y para muchas personas se convierte en “un medicamento más sano que cualquier pastilla” porque produce efectos a nivel de endorfinas, dopamina y cortisol. “Todos esos son ‘chutes’ que te da el cuerpo para sentirte mejor. Y mucha gente lo necesita para bajar la ansiedad y el estrés que vive en su día a día”.