Investigadores del Área de Química Analítica de la Universidad de La Laguna y del Instituto de Viticultura y Enología de Pleven (Bulgaria) han iniciado los contactos para impulsar un convenio de colaboración que permitirá al alumnado de doctorado de ambos centros académicos realizar estancias de investigación en ambos países y desarrollar tesis doctorales del ámbito vitivinícola.
Para Bárbara Socas Rodríguez, profesora e investigadora del Grupo de investigación de Análisis Químico Aplicado a la Industria Medioambiente y Productos Agroalimentarios (AQAIMPA) −que dirige el catedrático de Química Analítica Miguel Ángel Rodríguez Delgado− la materialización de este convenio específico posibilitará el establecimiento de líneas conjuntas de cooperación y el desarrollo de futuras tesis doctorales en común.
“Si bien es cierto que en la Universidad de La Laguna disponemos una infraestructura mejor y más especializada desde el punto de vista analítico, tenemos menos experiencia en lo referente a todo lo que conlleva el estudio de la composición del vino, algo en lo que los investigadores de Pleven poseen una gran experiencia”, indica la experta. De hecho, el futuro acuerdo se ha fraguado durante la estancia en Tenerife del doctor Dimitar Robertov Drimitrov, del Departamento de Selección, Enología y Química del instituto vitivinícola búlgaro.
Dimitrov posee una amplia experiencia en los campos de ciencias de los alimentos y tecnología del vino, conocimientos que compartió durante el seminario celebrado hace unos días en la Universidad de La Laguna, a la que asistieron estudiantes e investigadores del área de Química Analítica y del Departamento de Ingeniería Química y Tecnología Farmacéutica. En ella, el experto profundizó en el desarrollo de un nuevo indicador, el Índice Ácido Acético (AAI, por sus siglas en inglés), que resulta determinante en el nivel de acidificación y estabilidad ácida de los vinos.
Además de este hallazgo, el investigador de Pleven mostró los últimos resultados obtenidos por su grupo de investigación en lo que respecta a las nuevas variedades de vino producidas en Bulgaria, a partir de cepas nuevas, que han comparado con cepas francesas. Las conclusiones del estudio han evidenciado la alta calidad sensorial del vino búlgaro, además del registro de unos parámetros “buenos, adecuados y altos”, indicativos propios de los caldos de calidad.
El experto ha centrado también sus investigaciones en el potencial biológico del vino, un aspecto menos abordado en la Universidad de La Laguna, por lo que, según indica Socas, resulta fundamental el establecimiento de colaboraciones científicas con grupos internacionales como este: “Nos permiten enriquecer nuestras líneas de investigación, mejorar nuestro trabajo y ofrecer soluciones de interés a la sociedad”.
La reciente visita de Dimitar Robertov Drimitrov a la Universidad de La Laguna, que se enmarca en el Programa Erasmus, culminó con una cata de vinos búlgaros y con la celebración de varias actividades organizadas por el grupo AQAIMPA, de las que se ha hecho eco la Cátedra de Agroturismo y Enoturismo de Canarias.
