El Campus América de la Universidad de La Laguna dedicó un seminario a la violencia obstétrica, un fenómeno cada vez más presente y que ha suscitado debates sobre su posible inclusión en el Código Penal español. El evento, que reunió a expertos y expertas en Derecho y profesionales de la salud, tuvo como objetivo ofrecer una aproximación científica y multidisciplinar a este asunto, analizando la necesidad de considerar este acto como un nuevo delito, dirigido específicamente al personal sanitario.
El seminario ‘¿Violencia obstétrica como hecho punible? Sobre la necesidad e idoneidad de intervención jurídico-penal’ contó con la participación de ponentes destacados, entre ellos, el director de CRIMINT (Centro Virtual de Investigación en Derecho Penal), Juan Pablo Montiel; la profesora contratada doctora de Enfermería Aythamy González Darias de la Universidad de La Laguna; y el catedrático de Derecho Penal de la misma institución y coordinador del seminario, Fernando Guanarteme Sánchez Lázaro. Los especialistas abordaron la cuestión desde una perspectiva comparada, estudiando tanto la realidad estadística como los obstáculos que han surgido en el proceso de tipificación de la violencia obstétrica como delito.
Fernando Guanarteme Sánchez Lázaro.
Uno de los puntos clave de la discusión fue el análisis del impacto de la cobertura mediática en la percepción pública de la violencia obstétrica. Según los expertos, el tema aparece y desaparece de la agenda pública, aunque ya se han registrado solicitudes en medios de comunicación de gran alcance para una intervención del derecho penal. No obstante, se destacó que, aunque los medios han jugado un papel relevante en visibilizar este problema, su carácter es voluble y es necesario un debate más profundo y continuo.
Asimismo, se subrayó que la violencia obstétrica no responde únicamente a comportamientos criminales individuales, sino que es un problema más amplio de naturaleza estructural. Según los ponentes, las causas de este tipo de violencia están relacionadas con la falta de recursos, el diseño deficiente de los entornos sanitarios y la desactualización de protocolos. «Es un problema político sanitario, no político criminal», señaló el catedrático Sánchez Lázaro, poniendo énfasis en la importancia de una intervención estructural para mejorar la atención obstétrica en los hospitales.
Athamy González Darias.
En cuanto a las medidas de protección y prevención, los ponentes destacaron la necesidad de implementar mejoras estructurales dentro del sistema sanitario, como la ampliación de recursos y la actualización de protocolos clínicos, como elementos claves para reducir la incidencia de la violencia obstétrica. También se abordó la importancia de fomentar un entorno más seguro y empático para las mujeres durante el parto y el cuidado obstétrico, un área en la que los profesionales de la salud desempeñan un papel fundamental.
