La Fundación P. i. P. Pizarroso entrega desde 2007 unas becas para alumnado de Ciencias de la Salud de la Universidad de La Laguna que este año han recaído en tres estudiantes del Grado en Enfermería y cinco del Grado en Medicina, que han recibido hoy, martes 29 de octubre, las credenciales que les acredita como acreedores de esta ayuda. En el acto de entrega estuvieron presentes la vicerrectora de Estudiantes, Rosario Hernández Borges, y la presidenta de la fundación convocante, Rosa Morell Macaya. Algunos de los estudiantes no pudieron acudir, por lo que la documentación fue entregada a sus familiares.
La característica principal de esta ayuda es que su cuantía total de 7.000 euros por persona está dividida en dos pagos. El primero, que ha sido el realizado hoy, se denomina “beca”, asciende al 40% del total (es decir, 2.800 euros) y es incondicional. El segundo, calificado como “premio”, supone los 4.200 euros restantes y solamente lo recibirán quienes a final de este curso hayan superado 60 créditos.
Otra característica particular de esta convocatoria fue recordada por la vicerrectora: quienes perciben esta ayuda adquieren el compromiso moral de, en un futuro, cuando estén estabilizados laboral y económicamente, serán protectores de la fundación y contribuirán a revertir el soporte económico que han recibido para poder convocar nuevas becas y así poder ayudar a más personas. Es una responsabilidad ética y sin obligación jurídica, pero que explica muy bien el espíritu de estas ayudas que, de hecho, se denominan “de estar a la recíproca”.
Por su parte, la presidenta de la fundación expuso al alumnado becado una reflexión que le surgió tras leer una notica en la que se calificaba a las sanitarias como “profesiones de riesgo”. Morell señaló que, si bien hay algo de eso, a ella no le gusta caer en el victimismo y prefiere alabar la entrega de quienes se dedican a la atención a otras personas. Citó, en ese punto, el concepto de “profesionalidad” en las especialidades sanitarias que desarrolló en un artículo la filósofa Victoria Camps, que no tiene que ver con la técnica o la economía, sino con ese civismo que comporta el servicio a la comunidad.
El acto también tuvo un momento emotivo cuando la vicerrectora recordó el compromiso de la fundación desde aquella primera vez en que su fundador, José Pizarroso, apareció por el vicerrectorado para ofrecer su ayuda. Y, seguidamente, entregó a la actual presidenta de la entidad una reproducción de la fachada del Edificio Central de la Universidad de La Laguna, en agradecimiento a esta colaboración sostenida en el tiempo.