Este fin de semana se ha conocido el fallecimiento del catedrático de Periodismo, ya jubilado, José Manuel de Pablos Coello. El que fuera director del El Día en los años 80 y de La Gaceta de Canarias al comienzo de la década de los 90, fue uno de los fundadores de los estudios de Ciencias de la Información en la Universidad de La Laguna, junto a otros docentes como Ricardo Acirón, Olga Álvarez, Javier Galán o Fernando Iturrate.
De Pablos creó en 1998 la Revista Latina de Comunicación Social, una de las primeras publicaciones científicas online en el ámbito iberoamericano dedicada a esta materia, muy bien posicionada en los buscadores académicos, y que dio lugar a los congresos anuales sobre la misma temática, convertidos en un referente de primer orden en el ámbito universitario hispanohablante.
Tal es así que el catedrático fue nombrado en agosto de 2015 doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Córdoba, en Argentina. La ceremonia sirvió para reconocer el papel del profesor en la apertura de programas de doctorado sobre comunicación en distintas universidades del continente. El nombramiento se celebró durante el XVII Congreso de la Red de Carreras de Comunicación Social y Periodismo del país sudamericano, que el propio De Pablos se encargó de inaugurar con la conferencia denominada “La institucionalización de los estudios del campo de la comunicación”.
El profesor fue testigo del crecimiento de los estudios de Periodismo en nuestro propio país, comenzando en apenas un par de facultades con profesorado procedente de otras áreas afines para extenderse al resto del territorio nacional, con un cuerpo docente ya especializado en estudios de comunicación.
Especializado en tecnología en el campo de la comunicación y el periodismo, ámbito en el que fue pionero, José Manuel de Pablos dirigió más de una treintena de tesis doctorales, más de la mitad de doctorandos y doctorandas de América Latina. Desarrolló una línea de investigación crítica con el giro neoliberal de la comunicación en nuestro país, la desinformación y los monopolios de las empresas periodísticas, al tiempo que fue maestro de muchas generaciones de profesionales del periodismo canario y latinoamericano.