El grabado al aguafuerte con sales corrosivas: el legado de los clásicos
Resumen
El desarrollo industrial y tecnológico del siglo XX ha conllevado un notable incremento y transformación de los lenguajes artísticos, que también ha afectado al grabado, ampliando los recursos de los grabadores de una forma impensable en generaciones anteriores. Recientemente, sin embargo, han aflorado interrogantes y reflexiones acerca de la sostenibilidad de los procedimientos y materiales que se utilizan y se han valorado sus implicaciones en la salud del artista y en el medio ambiente. Algunos de los nuevos métodos y materiales de grabado de bajo riesgo no son tan nuevos, sino que son mejoras y actualizaciones de antiguos métodos utilizados por los grabadores clásicos: la incorporación de mordientes salinos en sustitución de los ácidos en el grabado al aguafuerte ya eran utilizados por los grabadores de los siglos XVI y XVII, y las formulaciones de los mismos las encontramos en los tratados de Benvenuto Cellini, de Abraham Bosse o de Manuel de Rueda, entre otros.
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