La mujer escultora en el país vasco durante los años 80
Resumen
La presencia de la mujer escultora en el País Vasco comienza a observarse con una evidente notoriedad en la década de los 80. Los distintos debates feministas han tratado de generar una mayor conciencia de participación de la mujer artista en los foros culturales del País Vasco y de canalizar las visiones diferenciadas hacia el pensamiento intelectual, para así enriquecerlo, ampliarlo y poder construir nuevas ópticas. El debate feminista se ha movido rápidamente hacia el centro del discurso intelectual, aspecto que ha posibilitado el reforzamiento del papel de la artista en la sociedad. Junto a esta corriente de pensamiento, la posmodernidad pone en crisis el habitual dominio masculino sobre la representación artística, permitiendo que la presencia de la mujer artista empiece a resultar más sólida en este contexto. Aunque el número de mujeres es menor en el campo de la escultura que en el de la pintura, su protagonismo en el País Vasco resulta muy importante si lo comparamos con el existente en otras comunidades autónomas, debido al peso histórico de la escultura en la cultura vasca. Entre los numerosos casos, analizaremos la obra de Juncal Ballestín, Dora Salazar y María Luisa Fernández.
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