Imaginar y comprender la Innovación en la Universidad
VII Jornadas de Innovación Educativa de la Universidad de La Laguna
La enseñanza es una labor que tiene componentes artesanales, comprende principios y prácticas que se transmiten de generación a generación de enseñantes.
Además, cada docente, conforme va adquiriendo experiencia, añade a su bagaje profesional recursos prácticos para hacer frente a situaciones concretas.
Puede decirse que guiar a un grupo de estudiantes en su aprendizaje es como cocinar un plato. El profesor o la profesora deben utilizar adecuadamente una serie de ingredientes si quiere que sus estudiantes progresen en su aprendizaje. Además, cada campo de estudio es diferente −incluso una misma asignatura puede enfocarse de distintas maneras− y cada grupo de estudiantes, cada estudiante, es diferente. Esto subraya, aún más, la naturaleza artesanal de la enseñanza.
¿Qué ingredientes tiene una enseñanza innovadora? ¿Qué habilidadesdespliegan las profesoras y los profesores innovadores? Aquí simplemente queremos presentar dos ingredientes de los que se habla poco, y sobre los que se reflexiona aún menos, sobre todo en el ámbito docente universitario. Recurriendo a otra metáfora, la labor de un artesano, de una artesana, se basa en cierta medida en la intuición. Esculpir una estatua, componer una obra musical, pintar un cuadro, crear un poema, diseñar un edificio requiere ciertos conocimientos técnicos. Sin embargo, ese conocimiento no es suficiente para realizar dichas tareas con maestría. El escultor, la compositora, el pintor, la poetisa y la arquitecta utilizan también un tipo de conocimiento de naturaleza no consciente, más holístico, que les permite crear obras de arte. Esto se aplica también a la buena cocina. Si cocinar consistiera en seguir mecánicamente una receta habría millones de chef en el mundo. La cocina innovadora consiste en asumir el riesgo de crear nuevos platos, probar ingredientes y procesos. Lo mismo ocurre con la enseñanza:
«La práctica profesional [docente] se caracteriza por su complejidad, es dinámica, interactiva y ocurre en un contexto específico y continuamente cambiante. Las imágenes, tanto visuales como metafóricas, acuden a los profesionales con mayor facilidad que los razonamientos verbales. El reconocimiento de ciertos patrones les permite leer el contexto a golpe de vista y adaptar el plan inicial al entorno cambiante»
(Atkinson y Claxton, 2002:18).
La intuición es un ingrediente de una docencia innovadora. Esto no significa que ésta sea la única forma de conocimiento necesaria pero, indudablemente, debe estar presente para dar carácter innovador a la enseñanza.
Quienes cocinan bien también disfrutan haciéndolo. En el contexto de la enseñanza, Ruben Alves afirma:
«Los técnicos en educación desarrollaron métodos de evaluar el aprendizaje, y a partir de sus resultados clasifican a los alumnos. Pero nadie pensó nunca en evaluar la alegría de los estudiantes; seguramente porque no hay métodos objetivos para ello…La educación, fascinada por el conocimiento del mundo, se olvidó de que su vocación es despertar el potencial único que yace adormecido en cada estudiante» (Alves, 1996:23).
La alegría forma parte de una docencia innovadora. Esto no quiere decir que en la enseñanza todo sea disfrute, pero un docente, una docente innovadora disfrutan con su trabajo y transmiten esa alegría a sus estudiantes en el proceso de aprendizaje.
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