El ensayo está basado en la propia experiencia del autor, descendiente de árabes musulmanes, así como en entrevistas con los responsables de los centros islámicos en las islas.
El libro parte de una realidad evidente y es que la cercanía geográfica entre Canarias y el Magreb no guarda relación con un paralelismo social o cultural entre sus poblaciones.
El profesor de Sociología asegura en su obra que desde el Magreb y otras partes del mundo árabe se tiene una idea vaga sobre este Archipiélago, generalmente asociado a un lugar paradisíaco o como un lugar de prosperidad y de fácil acceso al mundo laboral.
Así mismo, la visión de los canarios sobre sus vecinos no difiere de los tópicos más frecuentes que circulan en Occidente.